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Este ritual de aromaterapia para fin de año es excepcional

Se termina el año y es momento de repasar, aprender y afianzar experiencias y conocimientos del año que ha pasado.

Para mi ha sido un año muy intenso en lo profesional y en lo personal.

Un año de esos que recordaré siempre por el aprendizaje que trajo consigo.

Yo me quedo con lo bueno y con toda el crecimiento que me han reportado los momentos tan duros que he tenido que pasar.

Uno de los regalos de este 2016 fue el tener que gestionar la rabia.

Ese sentimiento intenso que nubla cualquier pensamiento y cualquier acción que quieres emprender.

Yo con mi predominio Pitta, debo mantener a raya la ira….

Ya decía Buda que:

La rabia es un veneno que te bebes tu pero esperas que se muera a causa de él, tu enemigo

Buda

Por ello hoy quiero proponerte un ritual muy especial que yo siempre realizo el día antes de fin de año pero que este año lo he practicado muy a menudo y que me ayudó a comprender de un modo más profundo que los hechos vitales se desarrollan para nuestro crecimiento no para nuestra destrucción.

Esta frase es fácil decirla pero es muy difícil entenderla cuando la ira y la tristeza están presentes.

Este ritual lo he elegido para esta época del año no solo para apaciguar la ira sino para perdonar o perdonarnos las acciones del año pasado y empezar el año renovados y sin cargas adicionales.

Ritual de la Rosa Damascena

¿Qué necesitas para este ritual?

• Rosa Damascena. Lee aquí más información sobre el poder de este aceite esencial.
• 30 minutos de tu tiempo
• Una piedra a escoger: cuarzo rosa, malaquita, turmalina verde, ópalo o rubí.
• Un lugar tranquilo en el que no te molesten
• Piensa en algo que quieras mejorar y que te impide avanzar o ser feliz realmente: tu ira (si es una persona la que despierta este sentimiento piensa por qué te provoca ira esa persona), algo que no te has perdonado, algo que no has perdonado a alguien, una separación que no asumes….
• Aceite esencial de raiz de angélica o vetiver (opcional)

Ritual de aromaterapia

• En primer lugar, mueve el cuerpo: baila, patalea, haz la postura del perro boca abajo de yoga…. Huele aceite esencial de angélica o vetiver. Estimula el chakra raíz.
• Siéntate o túmbate boca arriba como estés más cómodo.
• Aplícate 2 gotas de aceite esencial de Rosa Damascena en la zona del corazón y 1 gota en las palmas de las manos.
• Acércate las palmas a la nariz y haz 3 inspiraciones profundas y después pasa a respirar normalmente oliendo la rosa.
• Coloca la piedra que has escogido de las anteriores, en la zona del corazón.
• Sigue respirando normalmente y piensa cuál es el motivo que te causa la ira, qué acción tuya o de los demás quieres perdonar o a qué persona quieres dejar de ver como un impedimento para vivir plenamente tu vida. Piensa en el “problema” y si la emoción de ira, miedo, enfado surge, respírala….
• Mientras estás pensando en la situación, visualiza una rosa y el color rosa. Envuelve todo de esta luz: situaciones, personas, todo tu cuerpo, toda tu ciudad, todas las personas. Envuelve todo con la luz rosa. Si no lo visualizas simplemente piensa en una rosa.
• Lleva la atención a tu corazón y conviértelo en color rosa y haz que irradie esta luz.
• Respira tres veces lentamente antes de abrir los ojos. Ábrelos y empieza a moverte despacio.

Puede que la primera vez que realices el ritual no logres perdonar ni disipar la ira o si, pero te aseguro que cada acción cuenta. Realízalo todos los días si puedes y lo necesitas o de vez en cuando cuando quieras testar tus emociones. Sabrás que has superado esa situación cuando realices el protocolo, pienses en la emoción y no aparezca ni la ira ni la tristeza ni el sentimiento de abandono. Solo aparecerá agradecimiento por haber sentido.

La Rosa es un excelente canalizador que nos permite sentir y curar más que ningún otra aceite esencial.

Su vibración es la más elevada de la aromaterapia y hace que nuestros centros energéticos o chakras se alineen más fácilmente.

Empecemos el año libres de lo que nos impide conscientemente ser felices para llenar el que viene de nuevas experiencias y oportunidades de seguir creciendo.

El general Coriolano cuando fue desterrado de su ciudad Roma en la tragedia de Shakespeare, decía estas palabras mientras solo pensaba en volver para asaltar la ciudad:

“Me alimento de ira. Me como a mi mismo, y estoy tan lleno de ella que podría pasar hambre”

William Shakespeare, Coriolano

Curiosamente fue su madre la que evitó tal asalto.

Y es que la ira ciega la vista y solo el amor puede despejarla……